Que alce la mano el que nunca ha comido un dulce, probado un helado, devorado una pizza, un perro o una hamburguesa; puede que en un salón de 100 unos cuantos alcen la mano, pero serán la minoría. No nos podemos tapar los ojos y blindar frente a una sociedad que todo el día nos presenta comida que no es saludable en todas sus más deliciosas presentaciones, no podemos huir al desierto y crear un mundo exclusivo para nuestros hijos. Tampoco deberíamos convertirnos en la mamá policía y prohibir a nuestro hijo cualquier contacto con la comida “chatarra” … Entonces ¿qué podemos hacer? Podemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños, cuando inician la alimentación complementaria a disfrutar la comida en su sabor original, sin necesitar realzar con azúcar y sal. Mantener en la casa siempre comida saludable y ofrecer siempre platos coloridos, donde encuentra todos los grupos de alimentos. Que no sea una opción en el día a día los excesos de sal, azúcar y carbohidratos simples. No negar, si finalente llega un abuelo, con toda la ilusión a darle un dulce a tu hijo no se lo niegues, si es un cumpleaños, si es fin de semana y están en un restaurante, y tu hijo quiere probar “comida chatarra” dejalo… Es la administración continua y en el tiempo de este tipo de alimentos lo que lleva a las enfermedades prebenibles (cáncer, diabetes, hipertensión, obesidad); asegurate que la mayoría del tiempo le ofreces todo saludable y cuando sea el momento de tu hijo tomar la decisión, te sorprenderá y va a preferir lo que conoce y que le gusta. Por ultimo y lo mas importante EL EJEMPLO tu hijo comerá de adulto lo que tu comes en este momento, está en tus manos cambiar la alimentación de todos en tu familia
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